EL TRES DE CADA 1.000 (#31)
Hola
amigo, hoy quiero compartir contigo en este artículo una inquietud, cada vez
que salgo a la calle y observo emprendedores, empresarios, universitarios, me
pregunto, ¿Cuántos de ellos estarán haciendo lo que les gusta? ¿Cuántos estarán
apasionados con lo que hacen?, esta pregunta no sólo me la hago sino que me
preocupa, que la respuesta sea “SON POCOS”.
He
visto amigos y extraños, años tras años cambiando de carrera, negocio, parejas,
religión, y hasta de ciudad, y sé porque también lo viví hace mucho tiempo, que
la causa principal que impulsa a tantos cambios es, no sentirnos cómodos o
satisfechos con lo que hacemos, cada vez es común ver a alguien por ejemplo,
que hoy tenía una floristería, mañana una venta de ropas, pasado una venta de
comida rápida, etc. etc. O un estudiante comenzando una carrera X y antes de
culminar el primer semestre ya está buscando la manera de ver otra opción de
carrera o dejando de estudiar para ir al mercado laboral sin preparación
alguna, dejando pospuesta la posibilidad de una carrera profesional, otros que
si logran graduarse no ejercen la carrera porque solo querían complacer a sus
padres obteniendo un título.
La razón: Esas 998 personas nunca se COMPROMETIERON
con lo que hacían o tenían, sólo trataron de ser RESPONSABLE, ¿que cuál es la
diferencia? te digo, responsable es aquel que se siente obligado a algo porque
obtendrá un beneficio a cambio y esa responsabilidad es tan leal como su
compensación o satisfacción, no más allá de eso.
El
comprometido por el contrario es aquel que está totalmente convencido e
involucrado con lo que hace, su enfoque no tiene un plan B, su visión está
clara y acciona a su logro, lleva en las venas el proyecto o propósito bien
definido, tanto así, que la parte de la compensación pasa a un segundo plano,
pero siempre como actúa con pasión y claridad esa compensación tanto económica,
espiritual, familiar, salud, etc. Sobrepasa con creces las expectativas que
tenía.
¿Sabes por qué?, porque alguien que hace lo que
le gusta, siempre sale entusiasmado cada día, cada mañana a dejar la piel por
eso, suda la camiseta y siempre quiere más, nunca es demasiado, siempre
investiga se prepara y es feliz porque como se identifica con lo que está
haciendo se enamora de ello, y ¿quién no es feliz enamorado y correspondido?,
en pocas palabras es compensado por hacer lo que le gusta, ¡qué maravilla!
Te doy
otro ejemplo de alguien que no siente compromiso con lo que hace, se de
empresarios que en ese ir y venir de actividades, montan un negocio, el primer meses le ponen mucho empeño, cada mañana van a su negocio a la hora
indicada, ya en el segundo mes comienzan a llegar una hora después dejando la
responsabilidad de abrir a su personal, tercer mes van sólo medio día o de vez
en cuando y así sucesivamente hasta que un día su negocio comienza a tambalear,
el personal esta desmotivado, las ventas bajan y las deudas aumentan, él ya ni
quiere abrir las puertas de su empresa. Y lo más ilógico es que termina
echándole la culpa a terceros de su fracaso como empresario.
Eso que
te acabo de relatar es una de las tantas cosas, que le pasa a esos 998 de cada
1.000 personas que fracasan según los estudios y la estadística que te
mencioné. La causa, no hacen lo que
les apasiona y por eso no hay compromiso sincero con sus emprendimientos o
proyectos, es decir su POR QUÉ no está definido.
Como
Coach empresarial y de vida, quiero decirte, que si eres uno de esos 998, que
no saben su POR QUÉ, en mi siguiente artículo puedo guiarte para que seas EL
TRES DE CADA 1.000. Aunque
no lo creas sí hay personas que deseamos facilitar el éxito en otros, así no
les conozcamos. Suscríbete a mi blog para que recibas mi artículo, ya que solo será enviado a la bandeja en tu dirección
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Si te urge y no deseas esperar
a la publicación del siguiente artículo, deja tu inquietud en mi correo
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Saludos.
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